Los peligros del Potorrismo
El Potorrismo es un camino arriesgado. Todos sabemos que es un way of life temporal y ninguno de nosotros desea terminar como Espartaco Santoni (bueno er croupie quizá si). Lo importante es pues vivir el Potorrismo de la forma más intensa y saludable los años que toque.
¿Cuáles son los peligros del Potorrismo?
El primero sin lugar a dudas es el ego. Que un dulce ángel te mire con deseo, puede ser una deliciosa experiencia en si misma o un regulero vacileo para la parroquia de amiguetes. ¿Cómo diferenciarlos? El indicador es el amor cósmico que desprendamos.
El segundo es el apego. Una de las claves del Potorrismo es vivir intensamente en el presente y si empezamos a crear imagenes de lo que nos gustaría que una persona fuese para nosotros, que lugar ha de ocupar en nuestras vidas y demases mierdas románticas el gozo será sustituido por lamentos más propios del joven Werther que de un buen potorrista.
El tercero es el alcohol. Aún siendo la puerta de entrada de muchos encuentros potorriles, los efectos del alcohol en un proceso de estas características puede ser nefasto. Se han documentado casos de insignes potorristas rompiendo cortinas, seduciendo a jovencitas o practicando sexo en público por la letal mezcla de exceso de alcohol más potorrismo desbocado.
La consigna ante estos casos es clara. Don't feed the emo, the hooligan o en lo que se haya convertido el potorrista en cuestión.
Sólo siendo conscientes de estos peligros podremos tener una larga vida de potorrismo libres de filosofías tales como: los hombres son todos unos cerdos, a mí no me vuelven a romper el corazón, sin tí no soy nada, me mato si miras a otra tía...
¿Es que no hemos aprendido nada de Madame Bovary o Anna Karenina?
¿Cuáles son los peligros del Potorrismo?
El primero sin lugar a dudas es el ego. Que un dulce ángel te mire con deseo, puede ser una deliciosa experiencia en si misma o un regulero vacileo para la parroquia de amiguetes. ¿Cómo diferenciarlos? El indicador es el amor cósmico que desprendamos.
El segundo es el apego. Una de las claves del Potorrismo es vivir intensamente en el presente y si empezamos a crear imagenes de lo que nos gustaría que una persona fuese para nosotros, que lugar ha de ocupar en nuestras vidas y demases mierdas románticas el gozo será sustituido por lamentos más propios del joven Werther que de un buen potorrista.
El tercero es el alcohol. Aún siendo la puerta de entrada de muchos encuentros potorriles, los efectos del alcohol en un proceso de estas características puede ser nefasto. Se han documentado casos de insignes potorristas rompiendo cortinas, seduciendo a jovencitas o practicando sexo en público por la letal mezcla de exceso de alcohol más potorrismo desbocado.
La consigna ante estos casos es clara. Don't feed the emo, the hooligan o en lo que se haya convertido el potorrista en cuestión.
Sólo siendo conscientes de estos peligros podremos tener una larga vida de potorrismo libres de filosofías tales como: los hombres son todos unos cerdos, a mí no me vuelven a romper el corazón, sin tí no soy nada, me mato si miras a otra tía...
¿Es que no hemos aprendido nada de Madame Bovary o Anna Karenina?
Comentarios
Tienes más razón que un santo, maricón! (todavía duran los efectos del carnaval en sitges)
Como dicen enthusiastic y er crupie, lo has clavado !!
PD: Me estoy quedando sobao viendo la puta tele, ¿no tiene nadie unas gafas a Lo Homer Simpson de esas con ojos deibujaos? Así disimulo oigan
-"La eficiencia ante todo": Este pensamiento puede llevarnos a ir reduciendo cada vez más el tiempo de trabajo (de echar fichas), como medida de economía del tiempo claro.. y el punto de equilibrio lo marcan las cobras.
Me explico: Cuando al hacer una maniobra potorrista triunfante, uno va reduciendo con la siguiente presa el tiempo de trabajo; en el punto exacto en el que pasa de triunfar a llevarse una cobra, ahí se señala el "Punto Crítico de Tiempo de Trabajo".
-"Creérselo mucho": El llegarse a creer algo causa un desequilibrio o una incomodidad en el ambiente, que es como la ley de Hume de equilibrio de balanzas de pagos: se autoregula. Es decir, el sujeto creído cuando ve que empieza a ser un poco inaguantable y objeto de repudio colectivo se autoinyecta más humildad para disolver su hinchado ego en el éter Rahmánico, recuperando la normalidad en sus maneras de ser y siendo tolerado de nuevo por sus congéneres sociales.. o al menos debería ser así..
A cuento de esto, que de soslayo cuelo otro peligro del potorrismo:
-Crea dependencias científicas potórricas que creen que todo es mensurable y comprensible con ciertas magnitudes chorras! Confieso que a menudo soy víctima de este problema cuantificador, maldita la hora en que entró la tradición Euclidiana en mi vida! Le lleva a uno a recrearse en una ciencia más falaz y menos universalmente aplicable que los tratados científicos de Tomás de Aquino.
Ejemplo de otras preguntas de este pseudocientifismo potórrico estúpido podrían ser:
¿Cuántas cobras me tengo que llevar hasta acabar triunfando por pesado (o hasta que se pire ella a casa y no me vuelva a hablar)?
¿Cuánto hay que comer la oreja para llevarse alguien al catre?
¿Cuántos chistes marcan el punto crítico de la frágil linea que hay entre ser un tí@ ingenioso con posibilidades de pillar con alguien, o ser el gracios@ del grupo, sin posibilidad alguna de jincamiento colectivo?
Este problema científico nos acucia y seguramente nos ha torturado a todos durante nuestra tierna adolescencia, con preguntas como: ¿En cuántas pajillas al día está el límite entre ser un futuro profesional amoroso y ser un depravado sesuar? ¿Cuántos meses de relación tengo que esperar hasta consumar lo inconsumable? ¿Cuántas revistas de
Señor Croupié: espero no haberle ofendido cuando le comparé con un perro en medio de sitges, ante todo, respect!
Por cierto, vaya semifinalés de Eurocopa más rara: Bélgica-Turquía, Italia-Holanda. Al final es cierto lo que se dice que España no pasa de cuartos...
Realmente fue una sorpresa para todos el nivelazo potórrico que demostró Sitges, pero cuando llega la hora de la retirada hay que asumirlo.
Auroro: que decir ante tamaña erudición.
Te veo, al igual que yo, contento y satisfecho de poder compartir con 'miles' de desconocidas todas estas sabidurías que poco a poco fuimos macerando en nuestra adolescencia.
Hay tantas cosas que contar...
Dixie: percateme a posteriori de que uno de los picotos sumos aparecía en dicha foto. Poco a poco sus identidades serán reveladas...
Gran pareja hicieron usted y el americano de Kansas el sabado!!
Y no estoy de acuerdo en que el potorrismo se restrija a los años mozos. El potorrismo dura toda la vida. Otra cosa es que uno prefiera cortarse en aras de la estabilidad familiar.
Y el americano trucha que primero trató de seducirme a mi y luego a Dixie?
Vaderetrocordero: quizá afirmé eso en caliente.
Pero la pregunta es, ¿who wants to live forever? Ejem, perdon, ¿queremos vivir eternamente en el potorrismo?
¿Hay alternativas al potorrismo aparte de la grisez de lo burgues? ¿La energía sexual se va como vino?
El Kansino, nos enamoró a todos con su look Paul Feig. Mola porque le dije, sin conocerle previamente: ¿A que te molan los tebeos y en el cole eras de los geeks? El tio se quedó flipando ante mi conocimiento de su estereotipo y empezó a soltarme una retahila de series de cómics que lee, que si X-Men, Spawn, Cyber Force, y que en el cole le pegaban. Pa que luego digan que las series americanas no reflejan la realidad.
y por que no te mande, portrait, un mensaje el sabado por la mañana en vez de llamar a tu apagado movil...?
(Guadalajara Inglis Insitute), no sabía ya que decirle.
Pero que sepáis que el tío dijo que no era Gay, que se lo hice preguntar a una mejicana de Puebla con la que estuve hablando. Y sí, era un friki del carajo, pero no era mal chaval. Aunque sí, juraría que ese tío era un poco trucha.
Por cierto, me pido pamí a Xesca, la italiana más bajita, que está muy rica. Y punto.
Claro, eso a mi me sono peliagudo, erpo si me dices eso quedaremos que era un tío majeton.
Respecto a lo de Xesca, eso es lo que se llama estar al rechace, ;-)
Ya no se respeta ni el periodo de luto clásico ante una cobra estandar.
¿A donde va este mundo?