#4 La pasión por lo imposible de Osho
¿Cuáles son las cuestiones fundamentales de la existencia? Para crear una buena metafísica hay que elegir prudentemente cuales seran las preguntas. En mi caso siempre fueron cuestiones como el sufrimiento, la belleza, la maldad de Dios, la ética, la comprensión de la realidad... Muchas de estas son inabordables, si las preguntas directamente. ¿Como Dios puede permitir las cosas horribles que suceden en el mundo?
En este libro, Osho reduce miles de cuestiones a unos pocos principios clarificadores: el amor, el ego, la libertad... y su medicina es siempre la misma: la meditación.
La mayoría de los problemas emocionales del ser humano provienen de una concepción equivocada de lo que somos. Creemos que somos nuestro ego y lo alimentamos, llegando a una situacion de lleno-vacío, pues hemos estado llenando el depósito del coche equivocado. ¿Cómo podremos librarnos de este lastre? Con la meditación, observando quienes somos en realidad.
La erudición de Osho no deja fuera ni al budismo zen,ni al misticismo sufí o a los yoguis indios, pero tampoco al psicoanálisis de Jung o a la ciencia occidental. Ese es uno de los puntos fuertes de Osho, su mensaje está dirigido a gente moderna inmersa en la vida moderna. Casi ninguno de nosotros queremos la vida del asceta, pero si aspiramos al bienestar físico, a la lucidez mental y a la apertura espiritual. Tampoco pedimos tanto, pero es complicado conseguirlo en un mundo con las estructuras existenciales enfermas.
Osho nos dice: vivir los placeres del mundo intensamente, no existe nadie que haya vivido sus placeres sinceramente y no haya terminado hastiado de ellos. Entonces será el momento del espíritu. Si no terminaréis como los curas católicos pensando en sexo hasta el lecho de muerte.
Este libro no es una guía, es un maestro que te enseña a pensar. No tienes que consultarlo de vez en cuando para sentirte bien, rollo Biblia. Este libro te enseña a pensar, nada más.
En este libro, Osho reduce miles de cuestiones a unos pocos principios clarificadores: el amor, el ego, la libertad... y su medicina es siempre la misma: la meditación.
La mayoría de los problemas emocionales del ser humano provienen de una concepción equivocada de lo que somos. Creemos que somos nuestro ego y lo alimentamos, llegando a una situacion de lleno-vacío, pues hemos estado llenando el depósito del coche equivocado. ¿Cómo podremos librarnos de este lastre? Con la meditación, observando quienes somos en realidad.
La erudición de Osho no deja fuera ni al budismo zen,ni al misticismo sufí o a los yoguis indios, pero tampoco al psicoanálisis de Jung o a la ciencia occidental. Ese es uno de los puntos fuertes de Osho, su mensaje está dirigido a gente moderna inmersa en la vida moderna. Casi ninguno de nosotros queremos la vida del asceta, pero si aspiramos al bienestar físico, a la lucidez mental y a la apertura espiritual. Tampoco pedimos tanto, pero es complicado conseguirlo en un mundo con las estructuras existenciales enfermas.
Osho nos dice: vivir los placeres del mundo intensamente, no existe nadie que haya vivido sus placeres sinceramente y no haya terminado hastiado de ellos. Entonces será el momento del espíritu. Si no terminaréis como los curas católicos pensando en sexo hasta el lecho de muerte.
Este libro no es una guía, es un maestro que te enseña a pensar. No tienes que consultarlo de vez en cuando para sentirte bien, rollo Biblia. Este libro te enseña a pensar, nada más.
Comentarios
A los 200 no se, porque este ritmo de lectura va a ser imposible mantener, ahora que estoy en busca de curro aprovecho que tengo tiempo.
Hay un cuento que habla de ello. Dicen que un hombre entró en una peluquería y el barbero comenzó a hablar con él mientras le cortaba el pelo, y le decía que Dios no podía existir por todas las cosas malas que ocurrían en el mundo.
CUentan que el hombre se calló un momento, reflexionó y le dijo: mira por la ventana ¿cuánta gente hay que tiene barba? ¿o el pelo largo? ¿significa eso que no hay barberos?
No, claro que no, respondió el dueño de la peluquería.
Pues con Dios sucede lo mismo...
"discípulos", y se benefició a la mayoría de sus discípulas. En fin, es difícil distinguir a un buen maestro de un aprovechao con carisma.
Un saludo