Mi vida sin tomaco

Hoy, o mañana, yo que sé, se cumplen 5 años desde que dejé el tomaco Harto de potar mis pulmones every sunday, harto de tener las amigdalas más maltratadas que el balón de la champions, harto de oler cual mapache sin duchar, harto de gastarme mis ahorros en cilindros venenosos, harto de que me supieran los besos a col revenida, harto de que me gustaran el 17'3% de los cigarros que me cascaba, harto de mi capacidad pulmonar semifetal, harto de las matanzas fraticidas entre los seguidores de Lucky Strike y los de Chester, harto de los puritos ocasionales, harto de los porros que te dejaban baldaos, harto de la chicha esa de los moros que sabe a perfume de vieja, harto de los mentolados que te dejan estéril, harto de que te pasen un porro y que sean un nevado (vaderetro jocaína!) y sobre todo harto de que la razón fundamental por la que empecé a fumar (ser más guay) resultara ser una estafa, decidí dejar de fumar. Y a día de hoy, en síntoma, ya no de fortaleza sino de mucha prudencia,...