Tu eres mi faro
Deleitarse en los casposo o lo cutriñoso no es sólo
síntoma de inteligencia, sino de fortaleza de espíritu. ¿No decían los santos
padres que leer obras pecaminosas con el alma limpia y serena podía ser
edificante para el hombre recto, que así se reafirmaba en la consideración de lo
sacro?
Así nos ocurre a muchos con lo que se llaman los "ídolos trash".
"Bendice y ama a tu enemigo", nos dicen los santos textos. ¿Acaso no aprendemos
cuáles son los caminos del mal leyendo o escuchando a Pío Moa, César Vidal o
Fedeggico, de modo que cuando lleguemos a una encrucijada en nuestras vidas
sepamos cuál es el correcto, o sea el que ellos no siguen?
Bendido sea
pues G. Sanz que nos enseña lo que NO debemos ser, y que así nos muestra con un
poco más de claridad lo que íntimamente deseamos ser.
SuperSantiEgo en un comentario de Vicisitud y sordidez (El mejor blog que he encontrado este año con diferencia)
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