Encuentros en la cumbre: Supinez potórrica
Aunque Milgrom se me haya adelantado, me veo en la obligación de dar mi versión de la noche del viernes en la que Supinos y Potórricos nos conocimos, en lo que podría calificarse como la reunión del milenio.
Este ha sido mi tercer encuentro con blogueros que previamente no conocía y como siempre ha sido tremendamente sorprendente. Tras la primera decepción de Tere y mía (nos los habíamos imaginado barbudos, gordos y con camisas hawaianas) fuímos descubriendo que estos hombres son picotos sólo en costumbres ya que el amor está impreso en sus gestos y expresiones.
En lo que llegaba el resto de la cuadrilla potórrica amenizamos la reunión con todo tipo de confesiones: a Dixie le gusta el italo-disco, el tema preferido de conversación de Tere es la caca y a todos nos molaría un monton conocer a los vicisitúdicos.
También descubrimos que aunque los informáticos nos quejemos de que por nuestra profesión nuestros amigos nos abrasen con peticiones existen mundos más terroríficos incluso (y no hablo de la fisioterapia). El pobre Milgrom sufrió el acoso implacable del pueblo que le demandaba que programara truños variados (trabaja como visionador en La Sexta).
Esta vez el encuentro comenzó en uno de los puntos neurálgicos del Potorrismo (El Manchester) y terminó en uno de los claves del Picotismo (El Magic). Quizá la siguiente cita sea al revés, y empemos cenando en el gallego (café, copa y puro) y terminemos cebolleteando en el Otto Zutz.
Este ha sido mi tercer encuentro con blogueros que previamente no conocía y como siempre ha sido tremendamente sorprendente. Tras la primera decepción de Tere y mía (nos los habíamos imaginado barbudos, gordos y con camisas hawaianas) fuímos descubriendo que estos hombres son picotos sólo en costumbres ya que el amor está impreso en sus gestos y expresiones.
En lo que llegaba el resto de la cuadrilla potórrica amenizamos la reunión con todo tipo de confesiones: a Dixie le gusta el italo-disco, el tema preferido de conversación de Tere es la caca y a todos nos molaría un monton conocer a los vicisitúdicos.
También descubrimos que aunque los informáticos nos quejemos de que por nuestra profesión nuestros amigos nos abrasen con peticiones existen mundos más terroríficos incluso (y no hablo de la fisioterapia). El pobre Milgrom sufrió el acoso implacable del pueblo que le demandaba que programara truños variados (trabaja como visionador en La Sexta).
Esta vez el encuentro comenzó en uno de los puntos neurálgicos del Potorrismo (El Manchester) y terminó en uno de los claves del Picotismo (El Magic). Quizá la siguiente cita sea al revés, y empemos cenando en el gallego (café, copa y puro) y terminemos cebolleteando en el Otto Zutz.
Comentarios
milgrom, me habria gustado asistir a tan maravilloso evento pero no me encontraba disponible.
cagüen!!!
eso si, un restaurante gallego con precios gallegos... esa no me la pierdo!!!
pulpiño!!! mmmmmmmmmmmmh!
auroro, para mi tambien fue una agradable sorpresa el conocerte. mucho mejor en persona, donde vamos a parar!
tambien conoci a supermery y tambien fue una agradable surprais.
si, de gente maja esta el blog lleno!
a elisa y peter punk ya las conocia de palen, y tuvo que ser portrait el que me iluminara en quienes eran!
...............perdon, perdon!!!
Por cierto, gracias por la recomendación de chiquigrind, tremendísimos!!!!
El plan picoto-potórrico también está muy bien, se presta a sobremesa carajillera para después poder potorrear con estilo y elegancia.
El tío de la tarima era muy grande, cojones.
Este fin de semana hicimos una reunión, al estilo cita a ciegas, gracias a Milgrom y a sus contactos desde el http://humanidadsupina.blogspot, donde el escribe, juntamente con Dixie, a un grupo de personajes que cuelgan ideas, comentarios y reflexiones de todo tipo en otras páginas de la red. (Otro día cuando cobré mi comisión os hago propaganda). PD: Bueno me voy a portar bien, buscar Con opinión de todo.
La verdad que fue una noche de lo más curiosa por ponerle un calificativo, dos grupos de personas que se unen gracias al ciberespacio, al presentarnos cada uno utilizaba su nick o nombre en clave, pero vieron que era demasiado extravagante y al final nos llamábamos por nuestros nombres.
La cuestión es que conocimos a dos chicas de Palencia, una de ellas compañera de trabajo de la mayoría del grupo que acabamos de conocer, cuando ya llevábamos un rato y unas cuantas cervezas nos empezamos a conocer y a coger confianza (que siempre da asco, como en este caso) y confeso que nos imaginaba a los tres: gordos y con barba. (Observen la foto, me imagino está imagen en la mente de ella al saber que nos iba a conocer).
No sé si es un estereotipo clásico que los que escribimos en un flog, blog o cualquier sitio de la red hayan de ser obligatoriamente de este patrón, me hizo mucha gracia comprobar que así era para ella o al menos en Palencia.
He de decir en mi contra o en mi favor que aquella noche aprendí en mis propias carnes lo que es un McGregor o en su defecto el efecto Potorrismo en todas sus consecuencias, para los curiosos ignorantes preguntar por Happatai o Milgrom.
;p