Juegos de beber

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One year ago el Sr.Barrasa et moi conocimos a dos mujeres de buen ver en un camping. Tras darlo todo con nuestro seductora conversación cayó un profundo silencio en el ambiente; lejos de asustarme, decidí tomarme unos instantes para la reflexión potórrica y así proseguir el ataque de una manera eficiente. Cual fue mi sorpresa, más bien mi horror, cuando oí al Sr.Barrasa pronunciar las infaustas palabras: ¿Echamos unas cartas?
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Inexplicablemente ellas aceptaron encantadas y terminamos echando un poker bastante divertido. ¿Por que me embargo el pánico de semejante modo? Porque historicamente los juegos (cartas, dardos, billar, polis y ladrones...) han sido patrimonio del Picotismo. Del modo similar los juego de beber han sido utilizados por los picotos para enmascarar el hecho de que tras años de viejunismo no tienen nada de que hablar.
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Hagamos pues una disección de los principales juegos de beber, mostrando su grado de picotismo o potorrismo (potorrismo extremo = 5, picotismo recalcitrante = 0).
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- Marcianitos, autoestopistas y trabalenguas varios (2/5): un autoestopista y medio autoestopista llamando a tres autoestopistas y medio autoestopista. Superado el descojone inicial ante la incompetencia propia, estos juegos suelen terminar desembocando en el linchamiento público del torpe del grupo que no sabe que 9 en romano es palito, equis.
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Autoestopistas y marcianitos de calidad

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Hay gente que practica en casa y terminan añadiendo rocambolismos del tipo mientras uno habla el de la derecha hace como que toca el ukelele sólo en el caso de que haya habido salto y no sea el número cuatro, siete o phi. Vamos que al final terminas más estresado que en el examen de Estructuras de materiales semi-plasmáticos. O sea, no potórrico.
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- Yo nunca he (4/5): uno de los grandes. Este juego consiste en decir yo nunca he (vomitado a un perro, por ejemplo) y todos aquellos que si que lo hayan hecho habrán de beberse un vasito. Por lo general se empieza con hechos alcohólicos, escatológicos, humillantes... para terminar sacando los trapos sexuales, que es para lo que en definitiva se juega.
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Lo verdaderamente glorioso se da cuando amigos íntimos se reunen en este juego. Frases como yo nunca me he enrollado con la novia de un amigo aún sabiendo que estaba super enamorado de ella, encima con la mala época que estaba pasando, de ver hay que ser hijo de puta o yo nunca he reconocido que tengo un prejuicio anal, suelen estar dirigidas a alguien en particular, provocando gran vicisitud e intriga entre los presentes.
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Yo nunca he tenido amigos tan hijos de puta

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- Un, dos, tres (2.5/5): el juego preferido de los culturetas y frikis. Peliculas de la Nouvelle Vague y el que no sepa o repita, pues bebe. Personajes del Mortal Kombat. Perversiones sexuales. Marcas de mecheros (si, hay gente así de aburrida)
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Si Ruperta levantara la cabeza

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Si tiene un 2.5 es por su ambigüedad. Todo depende de la calidad de las listas.
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- Quinito (0/5): si elijo este y no El señor del tres es porque tiene nombre como muy de pueblo castellano. Es más yo casi siempre he jugado a estos engendros en la peña Kaos de pueblos tipo La Pedraja de Portillo o Santa Eufemia del Arroyo.
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¿Echamos un quinito, nano?

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Sin entrar demasiado en harina, estos son juegos de dados (empezamos mal!) con complicadas reglas que no favorecen nada la integración de guiris y extranjeras. Aparte de eso, el ingenio que ha de poner el participante en estos juegos es nulo. Una vez aprendidas las reglas, se puede poner el automático, estado mental adorado por el picotismo.
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- Pirámide (1/5): en éste se usan cartas (empezamos mal again!) y también es de modo cero ingenio. Aquí será el azar (o el pardillismo extremo) el que determinará cuanto has de beber. Este juego es especialmente perverso porque es de naturaleza casi-exponencial llegando a acumular decenas de vasitos a beber.
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No vuelvo a jugar a la pirámide

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Aunque el alcohol pueda ser un elemento potórrico, beber hasta vomitarse las converse, no nos dará ninguna follabilidad.
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- Los 20 céntimos (5/5): el rey indiscutible de los juegos. Curiosamente nadie sabe porque, pues a priori no parece especialmente divertido. El juego consiste en lanzar una moneda de 20 cts al aire y recogerla con el dorso de la misma mano. Afterthat se ha de intentar pillar la moneda entre los dedos y dependiendo de con que dedos, serás rey, ejecutor o víctima. El rey pone prueba, el ejecutor las realiza (o hace putadillas varias) y la víctima, obviamente, las recibe.
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Despues de haber jugado a los 20 céntimos

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La calidad del juego depende de la calidad de las pruebas propuestas por los reyes, y tambien de las ganas de hacer el ridículo de las víctimas. Este juego entraría dentro de la categoría gallagüer (todo juego con intención sexuarll) así que es ampliamente recomendable para una noche picantona.
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