Gabinete post-cobra

Bienvenidos de nuevo a la consulta del Dr.Portrait sobre temática potórrica. Hace tiempo quedó instaurada la cátedra sobre filósofica potórrica con un éxito inesperado de cuitas resueltas (aproximadamente el 100% de las enviadas, es decir ninguna). Achacamos el fracaso a la distancia insalvable que hay entre la filosofía y nuestra generación y por lo tanto nos decantamos por la psicología, disciplina sobre la que a todo el mundo le gusta rajar a borbotones y es que dar consejos es gratis y gustoso.

¿Que consejo psicológico le darían a este hombre?

La nuestra es una escuela alejada del psicoanálisis (opinamos que darle tantas vueltas a las cosas deviene indefectiblemente en pagafantismo), del conductismo (la superficialidad de su visión sobre el ser humano puede provocar puterismo) y de terapias de choque (carne de cañon para el paulfeigismo).

¿Dónde nos enmarcaríamos pues? En la psicología transpersonal del santo patrón de este blog, Ken Wilber. Podríamos hablar incluso de trans-potorrismo. Y que conste que esto no es una inclinación estética o una mera afinidad afectiva, sino que es algo que se desprende de nuestra trayectoria.

La clásica falacia pre-trans

¿Recuerdan nuestros inicios dualistas en los que moralizábamos contra el Picotismo? Poco a poco fuimos sintiendo en nuestras propias carnes los efectos devastadores de negar nuestra parte picota y es por esa necesidad que hemos terminado por incluir y trascender a nuestro otrora archienemigo.

Entrando en materia, una vez aclarada la metodología, uno de los tópicos que más sufrimiento causan a los practicantes del potorrismo es la cuestión cóbrica. ¿Por qué Dios permite las cobras? ¿Son acaso las cobras un castigo por mis acciones pasadas? y sobre todo ¿Puedo sacar algo positivo de semejante debacle moral?

¿Por que hay gente que no quiere a Mel? Grandes cuestiones todas ellas

A la primera pregunta respondemos que a Dios se la pelan nuestros asuntos, a la segunda le negamos la plana al concepto kármico ya que no creemos que justicia y vida vayan de la mano y a la última proponemos una replanteación de la cuestión, ¿es la cobra verdaderamente una debacle?

Superado el trauma inicial de la primeras cobras uno descubre que esas cobras son las que alimentan la vida potórrica y que el verdadero fracaso no es otro que la ausencia de cobras, bien por ser el puto amo con las mujeres (asunto nada potórrico, me dirán ustedes que gracia tiene follar todo los días con modelos) o por ser un pagafantas que no ataca ni pa dios.

Esta gente no recibe cobras

Es por ello que yo conservo en mi memoria con gran mimo todas y cada una de las cobras recibidas, como recordatorio de ese día en el que miré con arrojo a la vida y refrendado mascullé: ¡Por mis huevos que la entro!


Eso si, tengan cuidado con el coleccionismo de cobras que nada tiene que ver con el potorrismo y si con escuelas de seducción provenientes de Italia y Argentina en su mayoría. Entrar a lo bobo no genera más que sufrimiento para ambas partes y sólo sirve si se aplica de manera extrema y para contarlo luego a los amigotes. Así que como en todo moderación y buenos alimentos!

Esta foto no tiene relación con el post

Comentarios

Jose ha dicho que…
La cobra no es sana, hay que evitarla a toda costa o sea que hay que hacer un trabajo fino primero.
Portrait ha dicho que…
Jose, usted claramente habla del coleccionismo de cobras.

Solo recomiendo entrar cuando se esté avalado por un trabajo adecuado.
Milgrom ha dicho que…
Ciertamente la cobra es el camino de la mejoría y el verdadero acicate del potorrismo. Cada cobra recibida es un paso hacia el destierro del pagafantismo y la inacción. Recordemos que Paul Feig santo patrón de nuestro blog, pese a los miles de cobrazos recibidos, jamás desesperó en su intento y siguió lanzándose y declarando su amor a sus compañerillas. Además sólo el que ha recibido cobras entiende la verdadera satisfacción del éxito y la sonrisa y la iluminación de sus ojos son sinónimo de haber alcanzado el verdadero estado potórrico consistente en el ayuntamiento del/la elgido/a. Y además mejora mucho más el hecho de ser uno mismo el que cobree.
witz ha dicho que…
portrait, encantado me tiene con su maduracion en el camino del potorrismo.

ya le contare el jueves en la cena.

sin duda, la ultima foto es el mejor colofon posible a cualquier post.

un abrazo!
Juan ha dicho que…
Esos que dice usted que no reciben cobras, ¿se están mordiendo los carrillos?
estanli cuvric ha dicho que…
La cobra es la sublimación de lo potórrico.

Tome sentencia que le regalo.
Anónimo ha dicho que…
Las imágenes que tú has puesto son más graciosas, pero te incluyo esta para quien no sepa lo que son las cobras: http://img.blogdecine.com/2009/07/la_cobra.jpg

Se estrena Pagafantas este viernes. No es tan buena como me imaginaba, pero tiene cosas muy graciosas.
Portrait ha dicho que…
Lei en su pagina, que los del pagafantas utilizan el termino cobra en el sentido opuesto, es decir, cuando el hombre ataca.

Habrá que verla por supuesto!
Anónimo ha dicho que…
Podría ser. La postura del tío en la foto que enlazo pega más con una cobra que la de la tía. Pero nunca lo había oído utilizar con ese sentido.

De todas formas, ¿cómo se llamaría por aquí al ataque del hombre que recibe la cobra?
Portrait ha dicho que…
¿La muerte del loro?
Anónimo ha dicho que…
Jarl.
Milgrom ha dicho que…
Bueno yo he de decir, que antes de conocer a Portrait, usaba el término cobra para definir el ataque masculino.
witzbahlam ha dicho que…
estamos ante la sustitucion de un termino por el sentido contrario!

sin embargo, visualmente siempre me recordo mas el movimiento evasivo de la chica a una cobra alerta que el atacante del chico.
Portrait ha dicho que…
Cierto es que ambos movimientos recuerdan a la cobra. Yo sigo la escuela de Valladolid y de La hora chanante (Ernesto Sevilla es un erudito al respecto)
EnricoDelloSport ha dicho que…
Por los lares costasoleños se conoce la técnica de la cobra como evadirse de algo, quitarse de enmedio, uséase, lanzar una bomba de humo y desaparecer.
Double Visionaire ha dicho que…
No sé a qué escuela de Valladolid has ido tú, querido Portrait... ¡me has hecho un lío con las cobras!

En mi entorno las cobras SE LANZAN y las tías LAS RECIBEN... de hecho NO LAS RECIBEN, porque si las recibiesen ellas no se moverían cual cobra y el tío habría pasado de LANZAR COBRA a LANZAR BOCAO. Por favor, acláreme la cosa cóbrica desde su prisma.
Portrait ha dicho que…
Mire uste las dos terminologias son igual de validas, pero para nosotros la cobra es el movimiento defensivo ante un ataque.

Le remito a este post, con documentacion audiovisual y todo:

http://sinopiniondenada.blogspot.com/2007/09/cobra.html

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