Power Balance

Vuelvo en ataque de telerrealidad. Usted, lector peregrino o nostálgico de éste, otrora prolífico, blog siempre gustó de la substancia lírica que emana de lo real. Vamos que para ficciones Los Serrano. A usted lo que le gusta es el telediario de la 2, los documentales y los based upon the real-life.

Ok. La vida real está llena farsantes. Y hay algunos que son francamente buenos. Más aún yo diría que siempre son los mismos. Hace años nos trajeron unas pulseras con dos bolitas, aluego unas lámparas de sal desionificadoras y ahora la power balance. Yo creo que es el mismo tio en serio. Tiene una calculadora que mide el tiempo exacto que hay que esperar para que la gente tenga ganas de regalar a sus conocidos la siguiente chorrada ni pseudo-cientifica. Y es que en salud, amigos mios, el idiota medio no escatima en gastos.

Yo que me he cambiado de gimnasio he sido agasajado de dos posibles mojones a mi entrada. O un marco digital o una power balance. Diantres! Me acordé de aquellos sensatos ciudadanos que decidieron suicidarse homeopaticamente para mostrar al mundo la falacia de tal remedio. Y pensé que todos tenemos la responsabilidad de mofarnos publicamente de semejantes pamplinas. Molaría ponerse 35 pulseritas de estas, esperando un cristo del copon por la interferencias de las frecuencias de cada holograma o si todos a una fuenteovejuna, superpoderes megacosmicos. Si una pulsera ya te hace tanto bien, que decir de 35 al unísono.

Como no voy a a cambiarme 35 veces de gimnasio empecemos llevando sólo una, sólo un mes. Para poder replicar a todos esos pamplinos que te argumentan (en serio a nadie le han enseñado en el cole estadistica, metodo cientifico y etcetera?) que las flores de bach son válidas porque a mi me funcionó, un sonoro e igual de irrelevante POS A MI NO, NANO.