el scalextric
Cuando llegué de dar el paseo, Miguel y yo bajamos al garaje a cogerlo. Estaba cubierto de polvo. Lo limpiamos y lo subimos al salón. Yo estaba entusiasmado por abrirlo y montarlo. No tardamos mucho en hacerlo pero un par de llamadas telefónicas oscurecieron la tarde. Cuando acabamos de montarlo yo no cabía en mi mismo. Cogimos cada uno un mando y pilotamos nuestra diversión por encima de la pista. Yo me sentía como un niño el día de Reyes. Lo hemos pasado muy bien jugando con el scalextric. Ayer vimos los tres la película Alta Fidelidad. ¿La conocéis?? A mi me encantó. Haré un post sobre ella. Están siendo unos días muy felices. No sé como agradecérselo a Dalia y a Miguel.