El presente de un inocente antipatriota
Son las 20: 45 de un domingo especial cualquiera. Una final de Eurocopa, España-Alem ania, quizás, lo haga especial en contenido pero no en forma. Ya disculparán, pero no creo que vea el partido. Me pregunto porque no me entusi asmo con dicho evento. Teniendo en cuenta lo insospechado de la final sería motivo suficiente para participar en la euforia española. Llevo unos dias pensandolo. Lo primero que p odría alegar en mi defensa sería el inocente antipatriotismo que me acompaña desde hace años. No esperen un argumetno de peso porque no lo es. El concepto de nación siempre me quedo pequeño. Si me permite, prefiero algo más cosmopolita. Reconozco que me alegra ver a la gente tan contenta porque el equipo español haya llegado a la final. Y tambien reconozco que me entristece que la gente necesite de algo tan excepcional para disfrutar tan intensamente de la vida como en estos dias; y con ello se pierda el disfrutar de los pequeños detalles . La empatia que se ha creado entre los habita...